En un entorno donde la sostenibilidad y la innovación son imprescindibles para la industria alimentaria, OLÉ refuerza su compromiso con el crecimiento responsable a través de una inversión estratégica de 1 millón de dólares en 2025. Esta inversión impulsará el desarrollo de nuevos productos, expandirá su presencia internacional y permitirá continuar apoyando a pequeños agricultores a través de su modelo de economía circular.
Este año, OLÉ celebra 25 años de trayectoria, manteniendo la pasión y autenticidad de su inicio, con la innovación como pieza clave en su estrategia empresarial. Cada año lanza más de 15 productos nuevos, captando nuevos mercados y adaptándose a las tendencias. En 2025, sorprenderá con sabores como Miel Picante y nuevas colaboraciones con marcas ecuatorianas, además de capitalizar el creciente interés por productos tradicionales como el Chamoy, que ha registrado un aumento en la demanda entre el público joven.
En los últimos tres años, la compañía ha destinado más de 2 millones de dólares a la modernización de su infraestructura, destacando la transición a una planta propia que ha incrementado la eficiencia operativa en 8%. Mirando hacia el futuro, durante los próximos tres años la empresa enfocará sus esfuerzos en el crecimiento de su línea de snacks, un segmento de alto potencial tanto en el mercado ecuatoriano como en el internacional, con proyecciones de crecimiento del 18% anual.
Además, con una estrategia de expansión bien definida la marca proyecta duplicar sus ventas en Estados Unidos durante 2025, gracias a una alianza con un distribuidor con más de 20 años de experiencia. Esta colaboración será clave para consolidar la presencia de OLÉ en este territorio.
«Nuestro compromiso va más allá del crecimiento comercial; queremos seguir impactando positivamente en nuestra comunidad y en el medio ambiente. La sostenibilidad y la innovación son el corazón de OLÉ».
Pedro Vega, CEO de OLÉ.
OLÉ no solo celebra 25 años de sabor auténtico, sino también de responsabilidad social y ambiental. En un mercado donde la responsabilidad ambiental es un factor diferenciador, la marca ha consolidado su innovador programa “Del Campo al Campo”, orientado a integrar prácticas de economía circular que benefician a la comunidad agrícola y además, garantiza ingredientes más frescos y de mejor calidad para los productos. Este modelo se caracteriza por:
- Apoyar a más de 200 familias de pequeños agricultores, proveyéndoles compost gratuito generado a partir de residuos orgánicos de la producción.
- Mejorar la calidad del suelo y fomentar prácticas agrícolas sostenibles.
- Reducir la huella ambiental de la cadena de producción, al disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero.
Con 25 años de experiencia, OLÉ continúa destacando por sus procesos artesanales que garantizan un sabor auténtico, diferenciándose de la producción industrializada. «Nuestra esencia está en el sabor auténtico, y eso es lo que nos diferencia. Desde nuestros inicios, hemos mantenido un enfoque centrado en productos frescos y artesanales», asegura Pedro Vega CEO de la marca.
Para conmemorar las dos décadas y media de trayectoria, guiadas por la misma pasión y autenticidad con la que inició su camino, OLÉ lanzará una edición especial de su producto estrella: el ají de maracuyá. Esta edición especial incluirá una sorpresa exclusiva para sus clientes, reafirmando el compromiso de la marca con la tradición y la innovación.
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