Netflix presentó en meses anteriores “Black Mirror”, una serie basada en cómo la tecnología aporta, pero a la vez afecta a nuestras vidas. Y en China se está trasladando a la realidad usando la tecnología facial.

La tecnología de reconocimiento facial se está implementando cada vez más en el país asiático para el control y supervisión de sus habitantes. Ésta ayuda a la prevención de accidentes de tránsito, específicamente, al interior de los vehículos.

Gracias a la compañía Shanghai Jiusi Bus Company, ha instalado un sistema de cámaras en sus autobuses para ‘vigilar’ a sus conductores, cubriendo 10.296 kilómetros y cuenta con una capacidad de 1.300 millones de viajes.

El objetivo de estas cámaras es capturar cada movimiento y la expresión facial de los conductores de autobús. Además, detecta si éstos muestran algún síntoma de cansancio y sirve también para percibir conductas irregulares o ilegales, por ejemplo, hacer llamadas telefónicas o fumar.

Si el conductor es captado con comportamientos inusuales dentro del autobús, el sistema reaccionará e informará a las oficinas de control y, una vez que el autobús llegue a su destino, quien conduce será retirado para una mayor investigación. Definitivamente, esto está ayudando a la conciencia ciudadana de tránsito.

Por otro lado, la tecnología de reconocimiento facial en China también es usada para el control de la asistencia de los alumnos en colegios y universidades, multar a los peatones que son infractores y hasta para vigilar a los mensajeros que distribuyen objetos públicos en la ciudad.