La crisis generada por el brote del Covid-19 no solo generó una transformación en la mentalidad de la ciudadanía en cuanto al cuidado de su salud y el bienestar, sino que volcó la atención hacia la necesidad de priorizar el ahorro como una de las principales herramientas para prevenir, y hasta evitar, futuros golpes a la economía personal y familiar. Este fenómeno se ha visto reflejado en acciones que evidencian que las personas están tomando las riendas de sus finanzas, manejándolas de manera más eficiente.
Francisco Nazati, Jefe de Banca Personas de Banco ProCredit, explica que han vistos dos escenarios comunes: el de aquellas personas que, previo a la pandemia, tenían la posibilidad de destinar una parte de sus ingresos para gastos no esenciales, y que, producto del confinamiento, convirtieron esos gastos en ahorros forzados; y el de quienes han optado por empezar a ahorrar como medida de precaución, debido a las dificultades económicas que enfrentaron en el pico de la pandemia.
Lo cierto es que, a partir de la pandemia, se fortalecieron varios hábitos de ahorro que tienen y seguirán teniendo un impacto positivo en la economía ciudadana. A continuación, el representante de Banco ProCredit detalla cuatro de ellos:
1. Establecer metas financieras
La planificación financiera es un proceso fundamental que pretende estabilizar las finanzas personales y aportar con su crecimiento. “Este primer hábito no solo implica establecer objetivos claros dentro de un plazo establecido, sino cumplirlos con disciplina y compromiso”, señala el experto. En el caso de Banco ProCredit, por ejemplo, se evidencia que, al cierre de septiembre de 2021, el 50% de sus clientes tienen activa una cuenta FlexSave que les permite establecer una meta total de ahorro y el tiempo durante el cual desean ahorrar, con total autonomía en el manejo de su dinero. Esto, según Nazati, significa que los cuentahabientes son conscientes de las ventajas que le ofrecen este tipo de productos, y los aprovechan para contribuir al logro de sus metas.
2. Disminuir gastos en casa
Uno de los primeros lugares en los que podemos generar ahorro es en casa, en el caso de los hogares con hijos pequeños, permite enseñar con el ejemplo y fomentar éste hábito desde temprana edad. Los gastos en servicios básicos también se han podido reducir. Las personas han entendido que, en cuanto al consumo de agua, se pueden optimizar los tiempos para lavar platos, o cerrar la llave en la ducha en los momentos en que no se están enjuagando. De la misma manera entendieron que se puede ahorrar energía eléctrica, evitando el uso excesivo de aires acondicionados y/o calefactores.
3. Evitar los gastos “hormiga”
Estos gastos se refieren a los consumos de montos pequeños que aparentaban no repercutir en el presupuesto, pero que efectivamente tenían un alto impacto en las finanzas personales y/o familiares.
4. Fijar un porcentaje de los ingresos como ahorro
Tras la pandemia, en la que muchas personas vieron su salario reducido, o incluso perdieron su trabajo, la ciudadanía logró interiorizar la relevancia de fijar un porcentaje de sus ingresos mensuales para destinarlos a sus ahorros. Para Nazati, “el porcentaje de ahorro depende mucho de la capacidad de la persona, pero la realidad es que, sea un porcentaje pequeño o uno más alto, lo importante es ser constante en este monto”.
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