Debido a la pandemia por el COVID-19, Ecuador ha visto en el comercio electrónico y en las empresas de delivery un valor añadido para mantener el ritmo económico.
Antes de la crisis sanitaria, los consumidores ecuatorianos, en su mayoría, realizaban compras físicas y tan solo un 5% lo hacía regular u ocasionalmente por medios digitales, según datos de la Cámara Ecuatoriana de Comercio Electrónico. Sin embargo, en la actualidad un alto número de personas utiliza plataformas digitales, actividad que responde a una necesidad y no necesariamente porque sea de su preferencia, revela la Cámara.
Para Alejandro Freund, Gerente General y Co-Country Manager de Rappi en Ecuador, este comportamiento que cambió de la noche a la mañana, debido a la crisis sanitaria, se quedará por un largo tiempo, valorándose como un modelo de comercio complementario.
“Lo que está sucediendo en el mundo del comercio electrónico es algo irreversible y quedará marcado en el accionar de los ecuatorianos. Hemos visto que, durante la pandemia la compra en línea se convirtió en un hábito que se quedará en la gente”, comentó Freund.
Rappi, por ejemplo, tuvo un alto crecimiento de pedidos en supermercados, medicamentos y restaurantes, lo que llevó a la empresa a aumentar la cantidad de repartidores, de 1.500 que tenía a inicios de marzo a 3.000 que tiene en la actualidad.
Cabe resaltar que, empresas como KAO, Pintulac, Bebemundo, Super Paco, entre otras, migrarán al eCommerce a través de la plataforma Rappi porque vieron una manea de reinventarse y seguir con sus negocios.
“Después de este gran cambio en el comportamiento de compra habitual de los ecuatorianos, muchos comercios se reinventarán”, agregó Freund.
Rappi también ha pensado en las Pymes (pequeñas y medianas empresas) y para el segundo semestre del 2020 tiene planificado crear una categoría para emprendimientos, con ventajas y facilidades para su desarrollo.
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